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El Popular N° 202 - Editorial 5/10/2012
Desde las páginas de EL POPULAR hemos venido señalando insistentemente en
calificar la situación actual por la agudización del enfrentamiento entre los
dos proyectos de país, el de las clases dominantes y sus expresiones políticas,
sociales y mediáticas y el del bloque histórico, político y social de los
cambios.
Afirmamos que estábamos ante un intento general de la derecha por
recuperar la ofensiva política, en todos los terrenos y con todos sus recursos.
Qué el objetivo de esta ofensiva era frenar el proceso de cambios, hacerlo
retroceder, recuperar espacio político, plantear la disputa por el gobierno
nacional y los gobiernos departamentales e iniciar un proceso de restauración
neoliberal. Qué esta escalada de la derecha no se reduce a las fronteras
nacionales y que tiene expresión continental, y está respaldada además, por la
estrategia del imperialismo norteamericano para recuperar influencia y dominio
en nuestra región. Expresión de esto es el golpe de Estado en Paraguay, el
triunfo electoral de Piñera en Chile, las maniobras desestabilizadoras y la
virulencia electoral en Venezuela, el recrudecimiento del
hostigamiento a Cuba, la oposición cerril al ingreso de Venezuela al MERCOSUR.
hostigamiento a Cuba, la oposición cerril al ingreso de Venezuela al MERCOSUR.
Es imprescindible enfrentar a la derecha en el terreno político,
económico, social e ideológico. En cada expresión concreta y sobre todo en el
terreno general del proyecto de país. Hay que profundizar los cambios y para
eso hay que fortalecer la unidad política y social del movimiento popular y
promover la movilización y la lucha.
Hay que gobernar bien y mejorar la gestión, claro que sí, pero con eso no
alcanza, hay que hacer política, dar el debate ideológico y hay que movilizar.
No hay sustentabilidad y mucho menos profundización del proceso de cambios sin
protagonismo popular.
15 mil razones. En ese cuadro se
inscribe la movilización de la que participaron más de 15 mil trabajadores el
miércoles frente al Parlamento, convocada por el Sindicato Único Nacional de la
Construcción y Anexos (SUNCA), la Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y
Ramas Afines (UNTMRA), el Sindicato Único Nacional de Trabajadores del Mar y
Afines (SUNTMA), la Unión de Obreros Curtidores (UOC) y el Sindicato Único de
la Aguja (SUA).
La movilización, que además tuvo carácter nacional, con repiques muy
importantes en Maldonado, Colonia, Paysandú y Tacuarembó, por citar solo
algunos, fue masiva y colocó los ejes que los trabajadores creen debe tener el
debate público y la acción de gobierno.
La movilización fue reclamando la aprobación de leyes obreras que están
en el Parlamento. En particular dos, que enfrentan las rémoras de la
flexibilización laboral y la impunidad empresarial. La de Responsabilidad Penal
Empresarial ante muertes de trabajadores provocadas por el incumplimiento de la
normativa de seguridad laboral y la Ley del Fondo de Garantías para los
Créditos Laborales, para impedir la desprotección absoluta de los trabajadores
ante cierres de fuente de trabajo por quiebra o lock out patronal. Pero no se
quedó en eso. Esos miles de trabajadores movilizados en la calle se
pronunciaron en defensa de la negociación colectiva y rechazaron la pretensión
de las patronales, apoyada entusiastamente por la derecha política y por los
grandes medios, de rebajar los salarios y conquistas laborales, por la santa
competitividad y para, como siempre, hacer caer sobre los trabajadores
cualquier impacto de la crisis económica internacional.
Una vez más, el movimiento sindical uruguayo, muestra su capacidad de
convocatoria y su madurez organizativa y política, tan lejos de la imagen que
interesadamente transmiten, un día si y otro también, los grandes medios de
comunicación, de corporativismo, disputas internas y falta de
representatividad.
27 puntos. Esta movilización
también es una confirmación, en la calle y con acciones concretas, del
posicionamiento realizado por el PIT-CNT con el documento de 27 puntos titulado
“Para recuperar la ofensiva” que EL POPULAR publicara íntegro en su pasada
edición.
En ese documento el movimiento sindical afirma
que la defensa del proceso de cambios y el enfrentamiento a la ofensiva de la
derecha política y del bloque de poder de las clases dominantes retomando la
ofensiva reivindicativa, programática, política, ideológica y de movilización es
el centro de la etapa.
Destaca tres aspectos a analizar y superar con
la acción conjunta de todo el movimiento popular: el incremento de la ofensiva
del bloque de poder de las clases dominantes, la caída de popularidad del
gobierno e incapacidad de gestión y concreción de este en temas centrales del
programa y el aislamiento del movimiento sindical de sectores importantes de la
sociedad.
Entre los puntos que plantea para retomar la
ofensiva del movimiento popular están: la redistribución de la riqueza, aumento
del salario mínimo a 10 mil pesos, avanzar en la justicia tributaria, cambio de
la matriz productiva hacia la industrialización superando la primarización de
la economía, con la instalación de la Comisión para la creación de un
Frigorífico Multimodal, desarrollo de la industria naval, acuerdos de
complementación productiva regional en varias ramas, profundización de la
Reforma de la Salud, defensa de la Enseñanza Pública, avance en la
transformación del sistema de seguridad social y conquista del derecho a desafiliarse
de las Afap´s, instrumentación inmediata del Plan Quinquenal de Vivienda y
Programa de Vivienda Sindical, avanzar en Verdad y Justicia y terminar con la
impunidad.
El movimiento sindical, afirma con franqueza y
claridad que el eje táctico de esta etapa es doble: lograr la participación y
el protagonismo masivo de la gente en cada instancia y quién aísla a quién en
la disputa política e ideológica.
Por eso se plantea dos iniciativas de gran
calado social y de gran amplitud en su convocatoria y en los temas que abarcan:
la convocatoria a la «Concertación por el Desarrollo Productivo» y la de una
Comisión Nacional para la Reforma de la Constitución.
El
camino es la lucha. Ante la ofensiva desatada de la
derecha y las clases dominantes para recuperar espacios de poder y restaurar el
neoliberalismo hay dos posibles actitudes: moderar los planteos o pararse y
enfrentarla, profundizando los cambios.
El movimiento sindical se pronunció, en las
ideas y en la calle con miles, por la segunda opción. Hay que mejorar la
gestión del gobierno, hay que hacer política con el Frente Amplio y las
organizaciones populares, hay que dar la lucha reivindicativa y programática.
Hay que profundizar y fortalecer la democracia. Hay que cerrar el camino al
retorno al pasado.
Para eso es imprescindible el protagonismo
popular en la calle. Para eso es imprescindible fortalecer la unidad, pero no
como un refugio para mantener parcelas de poder, sino como un instrumento para
la lucha y para disputarle la hegemonía a las clases dominantes.
“Hay que concretar el programa ahora”, se dijo
desde la oratoria el miércoles; “bien hablado” respondieron miles de
trabajadores que escuchaban atentos. Bien luchado decimos desde estas páginas.
Ese es el camino.