El sábado pasado, 27 de julio, se realizó en
el Platense Patín Club, la instancia final del III Encuentro Nacional de Comité
de Base del Frente Amplio. El mismo fue inaugurado por la presidenta del Frente
Amplio, Mónica Xavier. Constituyó un hecho político relevante por varias
razones. En estas líneas intentaremos destacar algunas de ellas.
Cinco
razones
En
primer lugar reafirma el carácter democrático y
participativo del Frente Amplio. El Frente Amplio nació para cambiar la vida
política del Uruguay y lo hizo, entre otras cosas, porque la democratizó y hoy
lo sigue haciendo. Miles de militantes y adherentes debatiendo política,
iniciativas, proponiendo, discrepando y acordando, militando, significan en
primer lugar eso: más y mejor democracia.
En
segundo lugar reafirma la acción política permanente
del Frente Amplio. Otra característica esencial y transformadora del Frente
Amplio fue su
vocación de acción política permanente, alejada de la tradicional
práctica de la derecha de convocar a la gente en las campañas electorales,
atrás de tal o cual “doctor”, y reducirla en los períodos entre elecciones a
los despachos del Parlamento. Los militantes del Frente Amplio hicieron y hacen
política todos los días, es una vocación y a la vez una exigencia de su papel
transformador en la sociedad.
En
tercer lugar por la dimensión de la participación
alcanzada. En la instancia final del III Encuentro de Comité de Base
participaron más de 800 delegados de 17 departamentos, más Argentina, Nueva
York y México, y lo hicieron en representación de más de 280 Comité de Base. Esas
cifras son importantes en sí mismas, ninguna otra fuerza política del Uruguay
puede mostrar ese grado de organización y de participación militante. Pero lo
son más si se señala que tanto en cantidad de delegados como en cantidad de
organismos representados, las cifras son superiores al último antecedente
similar, el II Encuentro Nacional de Comité de Base realizado en el año 2006.
No es un dato menor y trasciende lo
organizativo, necesita de lecturas y conclusiones políticas. Si las
comparaciones con el 2006 sirven cuando son para menos, como en las elecciones
internas, también deben servir cuando son para más. Incluso tomando en cuenta
que en el 2006 recién se iniciaba el primer gobierno del Frente Amplio y el
ánimo y el contexto eran otros. No es nada menor que miles de frenteamplistas
se hayan convocado para debatir política, en una instancia no resolutiva y en
la cual no se discutía ninguna candidatura, ni interna ni para instancias
nacionales. No es nada menor que esa cantidad de gente haya ratificado su
compromiso con la militancia y con la participación, con el Frente Amplio y sus
postulados y lo haya hecho activamente.
En
cuarto lugar por los temas en debate y por la voluntad
expresada. El Encuentro, que vale la pena decirlo fue iniciativa de las bases
frenteamplistas, se estructuró en tres ejes: Participación, Movilización y
Desafíos Políticos. En medio de todas las tensiones de la discusión de la
Rendición de Cuentas, de la preparación de los Consejos de Salarios, de la
discusión de leyes importantes en el Parlamento, miles de frenteamplistas
encontraron la manera de convocarse, discutir y aportar. En las reuniones
previas en los Comité de Base, Coordinadoras y Departamentales, hubo miles de
participantes y de intervenciones. En la instancia final del sábado, los delegados,
realizaron en los talleres más de 120 intervenciones y aportes y en una sola de
las tres comisiones se presentaron 30 propuestas por escrito, lo que habla de
una elaboración, de una preocupación, de un compromiso concreto. Se analizó
como elevar la participación en general y en particular en los Comité de Base,
el rol de estos, la relación de la fuerza política con el gobierno nacional y
con los gobiernos departamentales, las diferencias para la acción política en
los departamentos donde el Frente Amplio es oposición, la necesidad de
recomponer los vínculos históricos con el movimiento popular, como abrir
espacios mayores para los jóvenes, la vigencia del programa, el papel de la
movilización política y social.
En
quinto lugar por lo expresado en la Declaración Final
del Encuentro, aprobada por consenso. Se reafirma la vigencia de los postulados
históricos del Frente Amplio, su carácter antioligárquico y antiimperialista.
Se reafirma también el doble carácter del Frente Amplio de coalición y
movimiento. Son pronunciamientos centrales de reafirmación ideológica y
política, asumidos colectivamente. También se valora y respalda lo hecho por
los gobiernos nacionales y departamentales del Frente Amplio y se plantea el
objetivo de lograr un tercer gobierno nacional, para garantizar la continuidad
del proceso de cambios y frenar el intento restaurador y regresivo de la
derecha y las clases dominantes.
Un
camino
¿Los señalamientos anteriores implican una
visión exitista de un Frente Amplio sin problemas? En lo más mínimo. Para
empezar por lo más obvio el número de Comité de Base representado, siendo
importante, no alcanza a todos los existentes, de hecho hubo dos departamentos,
Rivera y Treinta y Tres, que por problemas políticos y organizativos no
nombraron delegados, y además, es totalmente insuficiente para los desafíos y
tareas que se plantean.
Claramente hay un sector de militantes
frenteamplistas que no se sintió convocado o no se alcanzó a convocar, y más
aún, hay un importante número de frenteamplistas que no participan de este
sistema de organismos. Pero si valoramos la participación de 170 mil
frenteamplistas en las elecciones internas del año pasado, la discusión abierta
para definir el Programa con cientos de militantes debatiendo en Unidades
Programáticas y sumamos a ello lo movilizado para este Encuentro tendremos una
base realmente trascendente y valiosa.
Se necesitan más Comité de Base, metidos en
los barrios, en las ciudades y pueblos del Interior. Incluso más, es
imprescindible desarrollar los Comité de Base funcionales, en las fábricas, en
los grandes centros de trabajo del comercio, los servicios y el Estado, en las
Facultades. Recomponer los vínculos con la base social del Frente Amplio
implica también organismos de base actuando donde está la lucha y la
movilización, donde está el debate, que recojan los puntos de vista y las
opiniones, pero también, y esencialmente, que hagan política frenteamplista con
los trabajadores y desde los trabajadores.
¿Qué la participación de los frenteamplistas
no se resuelve solo con más locales y más Comité de Base? Es cierto. Pero también
lo es que es imposible resolverla sin ellos.
En un editorial, publicado inmediatamente
después de las elecciones internas del Frente Amplio sosteníamos: “Los
problemas del Frente Amplio tienen causas múltiples y no se resuelven
mágicamente, exigirán trabajo, militancia, constancia. Su falta de protagonismo
político absorbida casi toda su discusión y gran parte de sus principales
cuadros por el gobierno. La distancia con sus militantes, con la gente concreta
y sus problemas. La falta de discusión política. La caída de los niveles de
convocatoria. La caída también de la presencia organizada en la sociedad y
hasta el cierre de locales partidarios en los barrios y ciudades del interior
del país. Todo eso se resume en el grado de ajenidad de muchos frenteamplistas
para con el Frente Amplio. Pero esa sensación tiene explicaciones diversas y a
veces hasta antagónicas. Hay quienes están enojados con el gobierno y lo están
por causas diversas, hay quiénes contrariamente están muy satisfechos con el
gobierno y enojados con la fuerza política, también por causas diversas; hay
muchos que simplemente no perciben la importancia de su aporte organizado y
militante. No hay una respuesta única para esos estados de ánimo y
posicionamientos políticos. La campaña expresó uno de los grandes problemas que
tienen el Frente Amplio y la izquierda: la falta de síntesis política de su
accionar y del accionar de su gente. Hay que dejar de oponer artificialmente
frenteamplistas con frenteamplistas, de presentar como excluyentes formas de
organizarse y participar que pueden y deben ser complementarias. Debemos,
colectivamente, todos los frenteamplistas, lograr una síntesis política y
organizativa que nos potencie, nos renueve y nos coloque a la ofensiva para
disputarle la hegemonía en la sociedad a la derecha.
Pero esa síntesis solo puede ser obra
colectiva de miles participando, no la logrará la gestión de gobierno por sí
sola y tampoco un dirigente o un grupo de dirigentes, por más capaces que sean.
Esa síntesis requiere debate en común, práctica política común, espacios
compartidos y sobre todo, para ser una síntesis de izquierda, lucha común”.
Eso sigue siendo esencialmente así. En algunas
cosas se avanzó y en otras aún no. Pero el camino es el de la militancia, el de
la acción común, el del encuentro, el del debate, el de fortalecer la acción
política con la gente y de cara a la gente. El III Encuentro fue sin duda un
paso adelante en ese camino. Ahora viene el 25 de Agosto, y habrá que lograr
que se reúnan más Comité de los que participaron en este Encuentro. Luego, en
noviembre vendrá el Congreso del Frente Amplio, y habrá que lograr más
participación aún.
Para enfrentar a la derecha y cambiar el país
se necesita militancia compartida, unidad, iniciativa política y lucha, mucha lucha.
Para todo ello son imprescindibles los Comité de Base y los militantes
frenteamplistas. Son un patrimonio político y humano enorme que solo tiene el
Frente Amplio. Lo tenemos que valorar en su justa dimensión, sin exitismsos
irreales, pero también sin ninguneos miopes.