La
semana pasada, los días 9, 10 y 11 de julio, se realizaron las elecciones del
SUNCA que se transformaron en históricas por varias razones.
En
primer lugar por la altísima participación en número y porcentualmente con
respecto a los trabajadores de la industria.
Votaron
35.184 obreros y obreras de la construcción, lo que transforma esta elección en
la más grande de la historia del movimiento sindical. Votaron el 55% del total
de los trabajadores de la industria, un porcentaje inédito de participación,
recordemos por ejemplo, para no quedarnos solo en el movimiento sindical, que
en las internas partidarias no se llega al 50%; y además esta cifra implica el
86% de los afiliados al sindicato.
Esta
altísima cifra de votantes implica un contundente respaldo al SUNCA como
herramienta de organización y lucha. Es el SUNCA el que sale fortalecido y
legitimado de esta elección y con él todo el movimiento sindical.
Que
35.184 obreras y obreros ratifiquen su adhesión al sindicato, lo hagan en unas
elecciones donde el voto, obviamente, no era obligatorio, cuando de los tres
días en que se votó llovió en dos, es un hecho de enorme trascendencia.
Fortalece
la representatividad del SUNCA que encara los Consejos de Salarios venideros
con una fuerza indisimulable y esa representatividad y presencia, por su enorme
peso relativo, robustece
a todo el movimiento sindical.
La
importancia de esta votación trasciende largamente esa dimensión. Se constituye
en una expresión genuina del carácter profundamente democrático del movimiento
obrero. Son decenas de miles de trabajadores eligiendo a su dirección,
decidiendo, comprometiéndose. Es una elección nacional, se vota en todo el país
y en todos los rincones. Ningún gremio patronal puede mostrar algo ni
remotamente parecido. Por su dimensión y por sus características esta elección
del SUNCA aporta a la sociedad en general, fortalece la democracia toda, le de
carne y contenido.
Algunos números. En una elección las cifras
importan, veamos algunas. En primer lugar está, como decíamos, el impacto de la
cifra de votantes en sí: 35.184. Esa votación es trascendente en sí misma, pero
lo es mucho más si señala que votaron 6 mil trabajadores más que en la elección
anterior, en una industria con un nivel similar de actividad e incluso con
algunos trabajadores menos en determinados departamentos.
En
segundo lugar es también un veredicto contundente en cuanto a la opción
triunfadora: la lista 658, de la corriente Agustín Pedroza, que iba encabezada
por Oscar Andrade y Faustino Rodríguez, actuales secretario general y
presidente del SUNCA.
En la
elección nacional participaban 4 listas, se elegían: el Ejecutivo Nacional, de
15 miembros; el Consejo Directivo Nacional, de 31 miembros; las direcciones de
cuatro ramas, Hormigón, Cerámica, Extractivas y Peajes, que luego se integran
al CDN (y lo llevan a 35 miembros) y las direcciones departamentales.
A nivel
nacional se registraron 31.004 votos válidos, el grueso de la diferencia con
los votos emitidos son los trabajadores que votaron solamente la hoja
departamental, la expresión de los votos anulados y en blanco fue mínima. La
lista 658 obtuvo 22.730 votos, el 73.31%, la lista 58-4 tuvo 6.562 votos, el
21.17%; la lista 31, 903 votos, el 2.91% y la lista 724, 809 votos, el 2.61%.
La
lista 658, consolidó e incrementó su mayoría, tuvo 7 mil votos más que en las
elecciones anteriores, ganó en 17 departamentos (solo perdió en Salto y Cerro
Largo donde igualmente amplió su representación en las direcciones
departamentales) y ganó en las 4 Direcciones de Rama.
Esta
votación hizo que la lista 658 ampliara su representación en todos los
organismos de dirección del SUNCA, a todos los niveles. En el Ejecutivo
Nacional pasó de tener 10 miembros a 12, los otros 3 son de la 58-4. En el
Consejo Directivo Nacional pasó de 20 a 24 cargos, a los que deben sumarse los
4 representantes de las Ramas, lo que da una composición de 28 en 35, los otros
7 son de la 58-4, las otras dos listas no ingresaron a la dirección nacional.
Es la
única lista que tiene representación en los 19 departamentos, en 17 con mayoría
propia y en dos, Salto y Cerro Largo, ingresando por primera vez a las
departamentales con dos en cada una. El respaldo alcanzó porcentajes superiores
al 90% en varios departamentos, entre ellos Rocha, Tacuarembó y Flores y fue
especialmente fuerte en los cuatro departamentos con más cantidad de
trabajadores y votantes, Montevideo, Maldonado, Canelones y Colonia.
La hora de la cosecha. Este respaldo no es casual ni
se debe a una ingeniosa estrategia de campaña. En este período, donde la lista
658 condujo al SUNCA, se multiplicó la afiliación al sindicato; se consolidó la
organización a nivel nacional. Se organizaron y realizaron movilizaciones
masivas, por citar solo una, la realizada en defensa de la vida con decenas de
miles de obreros. Se desplegó la acción en todo el país de las brigadas
solidarias “Agustín Pedroza” con miles de obreros en ellas, contribuyendo al
Plan Juntos, pero también arreglando escuelas, casas de trabajadores y de
familias pobres afectadas por el temporal en Canelones. Se firmó y se
implementó el convenio con el INAU para incorporar menores infractores al
trabajo y a la solidaridad. Se creó la Fundación SUNCA Solidario para apoyar a
las familias de los trabajadores que sufren accidentes graves o mueren. Se
logró la firma y defensa de un convenio colectivo que logró el mayor crecimiento
salarial de la historia. Se concretó la elección de 2.300 delegados en todo el
país; se logró el pasaje de 1.400 militantes por cursos de formación sindical,
la creación del Centro de Estudios José D´Elia y la formación de 800 delegados
obreros de seguridad e higiene.
Antes
de las elecciones se realizó el XV Congreso del SUNCA con el número récord de
1.932 delegados discutiendo y aprobando el Programa y la Plataforma del
sindicato, la inauguración fue en el Paraninfo de la UDELAR y contó con la
presencia del presidente de la República, José Mujica.
Este es
un repaso muy breve de la enormidad de tareas desplegadas por el SUNCA y
encabezadas por su dirección. A ello hay que sumarle lo esencial, lo
permanente, cientos de luchas libradas en todos los rincones del país,
defendiendo los derechos de los trabajadores y las trabajadoras enfrentando a
las patronales. Para muestra, baste recordar la huelga ganada en Montes del
Plata, en Conchillas, para lograr el convenio interno, con más de 5 mil
trabajadores en lucha. La defensa allí mismo de los derechos de los
trabajadores extranjeros. La lucha por la defensa de la producción y el trabajo
nacional.
Es allí
donde deben buscarse las razones de este respaldo masivo a una línea sindical,
de lucha, de movilización, de organización y de perspectiva, de compromiso y de
solidaridad. Es esa línea, la de un sindicato de lucha, abierto a la sociedad,
comprometido con la unidad del movimiento sindical, educando en la solidaridad
práctica y concreta, fortaleciendo su organización, la que los trabajadores
respaldaron masivamente.
Una
línea que tiene la organización y la lucha como elementos sustanciales pero que
también incorpora las acciones solidarias, el desarrollo de las áreas sociales
del sindicato, la negociación como instrumento de conquistas, el compromiso con
todo el movimiento sindical y con la sociedad toda, la vocación
internacionalista.
Es
innegable el peso de dirigentes de proyección y presencia nacional, esta
votación lo expresa claramente, pero hay que decir que los porcentajes de
respaldo en todo el país, el nivel y la dimensión de la organización, no se
explican solo por ellos, son miles de trabajadores y trabajadores, militando,
dirigiendo, luchando, organizando, ellos explican este resultado electoral y
estos avances para el sindicato.
Silencio atronador. Todo esto se expresó en las
elecciones del SUNCA. Pero para la gran prensa no existieron, no fueron
noticia, con honrosas excepciones como la de CX 30, les dedicaron espacios
mínimos o directamente las ignoraron.
Públicamente
solo se refirió a ellas el inefable Jorge Batlle, alertando sobre “la
violencia” de las elecciones del SUNCA. Vaya uno a saber en que lejana galaxia
recoge la información este personaje cada vez más triste de la derecha nacional.
El resto nada, mutis por el foro.
No es
de extrañar, estas elecciones y lo que el SUNCA significa van contra todo el
discurso dominante, entonces hay que negar que pasaron. Así de simple.
EL
POPULAR nació y vive para pelear contra ese silencio. Entonces digámoslo con
claridad, el SUNCA, los trabajadores de la construcción todos, concretaron una
jornada histórica.
Con su
votación, fortalecen a la democracia, le dan contenido popular. Es una
excelente noticia para el movimiento sindical, para el movimiento popular, para
la izquierda. Es una pésima noticia para las patronales, para la derecha, para
los grandes medios que les responden.
Una
sola anécdota puede expresar las razones de tamaño respaldo al SUNCA y a la
conducción de la Lista 658. Faustino Rodríguez, el presidente del SUNCA, el
lunes antes de las 7 de la mañana, estaba recorriendo obras, como siempre, como
todos los días. Ese día y el martes dirigentes del SUNCA estuvieron en más de
10 conflictos en todo el país y en negociaciones en el Ministerio de Trabajo.
Había apuro para que se dejar libre el local de formación sindical porque
decenas de militantes esperaban por sus cursos. De eso estamos hablando, de
militancia, de perspectiva, de lucha.
A los
trabajadores de la construcción, al SUNCA, a los compañeros y compañeras de la
lista 658: Salud. Como dice la consigna: “El SUNCA nos une”, pero no solo a
ustedes, a todos.